Hoy vamos a recordar un viejo experimento de psicologia de los años 70. Por aquellos entonces se trabajaba con animales en los experimentos de laboratorio, y se extraian conclusiones de sus comportamientos. He querido recordar un trabajo de casi 45 años, porque debiera de seguir enseñandonos y aportandonos ideas y comportamientos adecuados.
Los monos de H. Harlow:
El apego es un concepto que se refiere a
la vinculación existente entre dos personas, cuyo objetivo es sentir seguridad y protección. John Bowlby
atribuía una función vital a este proceso, identificándolo como una
función biológica que garantizaba obtener protección para garantizar la
supervivencia. Harry Harlow en los años 70,
realizó estudios que proporcionaron un gran avance en el estudio del
apego, y demostró su importancia en el desarrollo social y
cognitivo de los sujetos. No obstante, este investigador contaba con
muchos detractores por la dudosa moralidad de sus
trabajos, en ocasiones.
El estudio con monos rhesus de este
concepto, el apego, le llevó a crear madres “sustitutas”, que eran unos muñecos
construidos en dos versiones: uno era de alambres y tenía comida, y otro
era de felpa pero carecía de alimentos. Harlow descubrió que las crías
preferían la madre de felpa, incluso aunque ésta no pudiera
proporcionarle alimento. Así, concluyó que el vínculo entre madres y
crías iba mucho más allá del alimento; las crías necesitaban establecer
contacto para desarrollarse psicológicamente. Cuando Harlow exponía a
las crías a situaciones estresantes como un nuevo hábitat , éstas iban
en busca de cobijo a las madres de felpa que les proporcionaba mayor
protección. La sensación de seguridad que proporcionaban las madres de
felpa hacía que las crías se sintieran capaces de explorar, acudiendo a
su madre cada poco tiempo para garantizar que seguían ahí. En el momento
en que Harlow separaba a las crías de las madres y las llevaba a nuevos
contextos, comenzaban a mostrar síntomas de ansiedad: lloraban,
gritaban, se chupaban el dedo y buscaban objetos suaves como su madre.
Cuando las volvía a depositar en la jaula original en la que estaba la
madre de felpa, las crías de mono se iban directos a ellas y permanecían
inmóviles a su lado, reticentes de abandonarlas.
Estos experimentos mostraron que la necesidad de contacto y protección
es instintiva en las crías, siendo esta sensación de afecto y seguridad
más importante para las crías que el propio alimento.
Hoy en dia las necesidades alimenticias en la mayoria de nuestros hijos las tenemos cubiertas, pero ellos necesitan para su correcto desarrollo intelectual y personal cubrir sus necesidades afectivas, las cuales podemos descuidar en ocasiones, o relegar esa funcion en aparatos como TV, Playstation, mobiles, .......