Más de una vez, a lo largo de esta crisis, nos hemos preguntado si al deterioro del sistema, social o económico, no correspondía también un empeoramiento en la calidad de las personas.
Un ejemplo significativo que salió hace poco,  fue la vergonzosa conducta del capitán del costa Concordia, que abandono el barco sin cumplir con sus deberes para el salvamento del pasaje. La actualidad esta descibriendo muchos políticos y empresarios que han dejado de lado la honradez
A la inmoralidad del sistema económico se añade la carga de la débil moral cívica o personal. Una se entrelaza en la otra y juntas se hunden en un momento en que cumplir con la palabra, comportarse con dignidad, respetar a los demás y a sí mismo ha ido perdiendo importancia. La pérdida de importancia de la integridad es la pérdida de importancia del mundo (y de lo inmundo).

Una hipótesis: las gentes de ahora son de peor calidad que las de antes. Pero ¿por qué? Una explicación darwiniana vendría a exponer que ese peor no es otra cosa que una nueva cualidad para sobrevivir en la actual realidad del medio.
Esta gran crisis puede llegar a ser, por tanto, una crisis de civilización. A la degradación general de los materiales, la mala calidad de los tejidos, la calculada obsolescencia de los aparatos o la artificial elaboración del pan, sigue, en coherencia, la pérdida de  comportamientos con dignidad, respetar a los demás y a sí mismo ha ido perdiendo importancia.
La pérdida o la fuerte reducción de las buenas personas ha dejado por tanto al grupo social enflaquecido o desorientado. Los referentes sociales son frikis sin educacion ni cultura, que propagan unos valores morales nuevos. Los nuevos valores morales aman el dinero,  la inmediatez, lo facil, el hoy en detrimento del mañana. 

Toda esta filisofia  hay que traducirla a la vida cotidiana. En las terapias de adicciones ¿que valores debemos enseñar?, ¿la dignidad personal sigue teniendo vigencia hoy dia?, ¿Ronaldo es un referente social valido y util? ¿Paris Hilton es un buen modelo para nuestras hijas? Desde MI punto de vista, estamos en una epoca de crisis economica y crisis MORAL o de valores, como no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista, de la crisis se saldra. Y confio que sea con valores de respeto, compromiso, cooperacion, tolerancia. Sin dignidad, sin respeto ni compromiso se sale de una adiccion. 
Resumen del articulo de Vicente Verdu, El pais

EFECTOS DEL ALCOHOL

En el cerebro
Actúa como un sedante en el sistema nervioso central, el alcohol reduce las celulas nerviosas del cerebro.


En los pulmones
Las grandes cantidades de alcohol disminuyen la resistencia a las infecciones o pueden ocasionar que se interrumpa la respiracion.

En el corazón
El alcohol debilita la capacidad de los músculos del corazon para bombear sangre, lo que da lugar a un ritmo cardiaco irregular y un movimiento irregular del corazón. Se inhibe la produccion de glóbulos rojos y blancos.

En el hígado
Beber demasiado y con regularidad, puede ocasionar hepatitis alcohólica y posteriormente cirrosis (lesiones, cicatrices y destrucción irreversible de las células hepáticas.)

En el estómago
El alcohol irrita el estómago, lo que puede ocasionar úlceras pépticas, inflamación, lesiones hemorrágicas y cáncer.

En los intestinos y el páncreas
Bloquea la absorción y descomposición de los nutrientes al dañar las células que revisten el tracto del intestino y el colon. El alcohol puede ocasionar inflamación, úlceras y cáncer de los intestinos y el colon. El páncreas puede inflamarse y liberar enzimas digestivas que lo atacan.

En los huesos y los músculos
El alcohol interfiere con la capacidad del cuerpo de absorber el calcio, lo que da como resultado que los huesos sean débiles, blandos, quebradizos y más delgados (osteoporosis.) Los músculos se debilitan.

Lo que puede ocurrirle a usted:


El alcohol afecta a partes del cerebro que controlan el comportamiento, las emociones, la memoria, concentración y coordinación se verán afectadas. Puede experimentar grandes cambios en el estado de ánimo y arranques emocionales.

Disminuye la visión, la audición es poco clara y los sentidos del gusto y el olfato se entorpecen. Se altera la sensación del tiempo y el espacio. Se reduce la capacidad motora fina, así como la capacidad para reaccionar. Experimenta una disminución de la percepción del dolor.

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Puede padecer enfermedades cardiacas, derrame cerebral, hipertensión arterial e insuficiencia cardiaca. Incluso los bebedores sociales que toman excesivamente en ocasiones especiales, pueden experimentar a veces latidos del corazón irregulares, conocidos de otra forma como "corazón festivo."


Experimentará náusea, diarrea, vomito,  sudoración y pérdida del apetito.



ADVETENCIA: El consumo del alcohol a largo plazo puede dar como resultado daño cerebral permanente, enfermedades mentales graves y adicción al alcohol.

"ES COSA DE JOVENES"

Todos los días vemos o leemos sobre el botellón y los jóvenes. Quien no ha visto un adolescente borracho o bajo los efectos del alcohol. Con mayor o menor agrado justificamos los comportamientos, conductas, y consecuencias de estos jóvenes. Que si falta mano dura, que si falta educación, que si información, …

Pero existe una realidad que escuece y que cuesta asumir, existen jóvenes con problemas de adicción. Es decir, existen alcohólicos/as de 14 años o de 17 años.
Decidle a un padre que su hija de 16 años es una alcohólica es muy duro. Los padres No lo van a reconocer y alegaran que “es cosa de jóvenes”. La familia, en su afán de protección encubrirá y silenciara el problema. Mientras el joven seguirá manteniendo y agravando su adicción. 

Evidentemente no todos los jóvenes son adictos, pero entre el grupo se esconden casos que necesitan ayuda. La gran barrera inicial es reconocer la adicción. Con la justificación de que “todos lo hacen”, convertimos al adicto en uno más del grupo, minimizando sus problemas y consecuencias. 

Se hace una ley Anti botellón, se limitan los espacios de consumo de alcohol, se regula la edad de consumo, …. Pero no se ha establecido ningún plan de actuación con aquellos que tengan problemas de adicción. Ningún político o asistente social le quiere decir a un padre su hijo es alcohólico. 
Es la sociedad la que debe velar por sus jóvenes. Y debiera de haber mecanismos sociales y legales para rehabilitar a un menor, independientemente de las actuaciones de los padres. Si existen mecanismos para intervenir en casos de malos tratos familiares, por que no existen mecanismos para intervenir en casos de adicciones.

APRENDER A EQUIVOCARSE

Todos hemos conocido chicos y chicas pequeños que acaban siendo personas raras por culpa de una especie de terror a hacerlo mal.
Ese chico, o esa chica, a lo mejor no quiere jugar al fútbol o al baloncesto en el colegio, porque dice -y no es para tanto- que no juega bien. O jamás sale voluntariamente a la pizarra, porque le aterra la posibilidad de no saber contestar perfectamente. O no quiere participar de un juego que no conoce, porque no quiere arriesgarse a ser el perdedor hasta que haya conseguido dominar bien todas sus reglas.
Los perfeccionistas son personas que tienen cosas muy positivas: creen en el trabajo bien hecho, procuran terminar bien las cosas, ponen ilusión en cuidar los detalles.
Pero tienen también bastantes negativas: viven tensos, sufren mucho cuando ven que no siempre pueden llegar a la suma perfección que tanto anhelan, su minuciosidad les hace ser lentos, y con frecuencia son demasiado exigentes con quienes no son tan perfeccionistas como ellos.


Una de las cosas más difíciles de aprender es a equivocarse. No me refiero al hecho en sí de fallar, de cometer un error, que eso es muy fácil. Hablo de equivocarse y no venirse abajo, de saber reconocer un error sin sentirse terriblemente humillado. Que no nos suceda como a Guille, el hermanito de Mafalda, aquella vez que su hermana lo encontró llorando desconsoladamente:

-¿Qué te pasa, Guille?
-Me duelen los pies -responde entre pucheros.
Mafalda se fija en los pies del crío y le explica:
-Claro, Guille, te has puesto los zapatos cambiados de pie, al revés.
Guille, tras un instante para comprobar el hecho indiscutible, comienza a berrear más fuerte. Mafalda le interrumpe:
-¿Y ahora?
-¡Ahora me duele mi odgullo!

Los fracasos son algo connatural al hombre, le siguen como la sombra al cuerpo. Todos nos equivocamos, y normalmente más de lo que creemos. Por eso, cuando los perfeccionistas se derrumban al comprobar que no son perfectos, demuestran con ello ser personas que cuentan poco con la realidad.
Debemos aprender a darnos cuenta de que no es una tragedia equivocarse, puesto que la calidad humana no está en no fallar, sino en saber reponerse de esos errores.

Durante muchos años, la enfermera australiana Bronnie Ware estuvo al cuidado de personas en su lecho de muerte, a las que preguntó sobre aquello de lo que se arrepentían. Ware agrupó estas cuestiones en cinco bloques y escribió sobre ello. 

Casi cabría hablar de cinco mandamientos en lugar de cinco arrepentimiento.
Un detalle interesante es que los lamentos de los moribundos se refieren a cosas que no hicieron: la gente no parece arrepentirse de algo que sí hizo. Quizá porque, como dijo Ware en declaraciones a la BBC, “todo lo que hacemos en nuestra vida, bueno o malo, nos ayuda a aprender algo. Por eso es más común arrepentirse de algo que no hicimos”
Estas son las cinco principales cosas de las que se arrepienten los moribundos, de acuerdo con Ware:
1. Ojalá hubiera tenido el coraje de ser fiel a mi mismo y vivir la vida que quería en lugar de la que otros esperaban de mi.
“Este es el arrepentimiento más frecuente. La mayoría de la gente no ha cumplido ni la mitad de sus sueños y va a morir con el conocimiento de que esto se debe a las decisiones que ha tomado o dejado de tomar. La salud trae consigo una libertad de la que muy pocos son conscientes hasta que ya no la tienen”.
2. Me gustaría no haber trabajado tan duro.
“Es la reflexión de todos los hombres a los que cuidé. Echan de menos la infancia de sus hijos y la compañía de sus parejas. Se arrepienten profundamente de haber pasado tanto tiempo en la rutina de una existencia dedicada al trabajo”.
3. Ojalá hubiera tenido la valentía de expresar mis sentimientos.
“Muchas personas suprimieron sus sentimientos para evitar conflictos. Como resultado, se conformaron con una existencia mediocre y nunca llegaron a lo que podrían haber sido capaces de alcanzar. Muchos desarrollaron enfermedades relacionadas con la amargura y el resentimiento”.
4. Me gustaría haber estado en contacto con mis amigos.
“A menudo no se percataron de lo valiosos que son los viejos amigos hasta que llegaron al final. Todo el mundo que está muriendo echa de menos a sus amigos”.
5. Ojalá me hubiera permitido ser más feliz.
“Muchos no comprendieron, hasta el final, que la felicidad es una elección. Se mantuvieron apegados a sus antiguos hábitos. El miedo al cambio les hizo fingir, ante ellos mismos y ante los demás, que estaban satisfechos”.
Articulo de Natalia Martin Cantero
http://www.vidasencilla.es

LA VOLUNTAD SOLA NO BASTA

Es habitual leer sobre temas que se relacionan con las adicciones: la voluntad, motivación, interés, constancia, etc. son muchísimos los aspectos sobre los que podemos trabajar con los adictos. Los familiares habitualmente achacan los problemas a algún aspecto deficitario del adicto. Ej: el adicto es poco contante, es poco positivo, es poco trabajador, el adicto es malo ....
Todos estos conceptos deben ser trabajados, pero partiendo de la siguiente premisa: EL ADICTO ES UN ENFERMO.
Cuando tienes una pareja con problemas cardiacos no lo escondes, ni niegas su problema. Con la adicción debiéramos de actuar igual. Acudamos a un profesional o centro especializado. Allí te hablaran de voluntad, motivación, constancia, etc de cosas que ya te suenan y a las que tu considerabas como soluciones. Pero todo en un orden, con un control, unas dosis, con unos protocolos.  Además de una supervisión médica y especializada.
Muchos son los padres que esconden el problema en sus casas e intentan aplicar medicinas "casera", hasta que la situación explota o se hace incontrolable.
Una adicción deteriora hasta llegar a anular la voluntad y la responsabilidad de quien la ha adquirido.

Si catalogas al enfermo de vago o irresponsable, reduces el problema a una anécdota. Pierdes la perspectiva:  si miras por un minúsculo agujero a tu pareja con una copa y los amigos,, es un detalle/anécdota.  Si te retiras para ver el problema. Ves una persona con la voluntad anulada, compulsividad hacia la adicción y sin capacidad para abandonar la adicción.

Aceptar y comprender el problema es fundamental para avanzar en la rehabilitación y abandono de las adicciones. La actitud de la familia influirá decisivamente sobre el adicto y su rehabilitación.