El miedo lo ha identificado Darwin como una emoción básica, necesaria para la supervivencia. Y como emoción básica, es previa al lenguaje, es decir la encontramos en todos los animales, y su función es generar en el cuerpo una reacción, antes que tengamos tiempo de reflexionar. Así si vemos un peligro, nuestro cuerpo reacciona, antes que nos demos siquiera cuenta. Las emociones no las decidimos, nos pasan.
Gracias al miedo, el ser humano aprendió a anticipar el futuro, ahorró, tomó precauciones, aprendió a diseñar y construir herramientas, etc, Cuando estamos con miedo nuestros sentidos se agudizan, somos capaces de escuchar sonidos, olfatear, etc, en una forma más aguda que otras veces, nuestro cuerpo se contrae, listo para huir.
Muchos otros tapan los miedos con adicciones, exceso de alcohol e inclusive drogas para suprimir la emoción.
Recordemos que el miedo es una emoción saludable porque nos alerta de situaciones peligrosas. Lo importante es comenzar a reconocer si los miedos que sentimos son realmente justificados o son imaginarios. No dejemos que el miedo nos venza y empecemos a enfrentarlo para poder vivir la vida que merecemos.
Uno de los miedos mas comunes es el miedo a perder, Este miedo es un empobrecimiento de la mente, que te lleva solo a pensar en el resultado. Olvidando que lo importante es el trabajo diario y el camino a recorrer, el compromiso, el esfuerzo, la solidaridad o el afán de superación. Reducir todo a resultados es estresante, pero tener confianza en nosotros mismos reducirá todos los miedos.
Gracias al miedo, el ser humano aprendió a anticipar el futuro, ahorró, tomó precauciones, aprendió a diseñar y construir herramientas, etc, Cuando estamos con miedo nuestros sentidos se agudizan, somos capaces de escuchar sonidos, olfatear, etc, en una forma más aguda que otras veces, nuestro cuerpo se contrae, listo para huir.
Algunos tienen miedo a la soledad, otros a las grandes muchedumbres y muchos se espantan cuando penetran en espacios cerrados, como túneles, ascensores, etc. En estos casos el temor es para la mente lo que la parálisis para el cuerpo. Es el principio de todos los males, pues a un cobarde los temores le exponen a todo tipo de peligros. Cuando el miedo es constante perdemos la confianza en nosotros mismos y en nuestra propia capacidad, nos sentimos incompetentes y abocados al fracaso. Además, los temores imaginarios causan enfermedades, consumen la energía del cuerpo y producen desasosiego y pérdida de vitalidad.
Lo contrario del miedo, no es la valentía, (eso es actuar pese al miedo) sino que es la confianza, requerimos movernos entre estas dos variables, entendiendo que mucho miedo y por tanto mucho control es caro emocionalmente, y mucha confianza es peligrosa
Los miedos paralizan y afectan todas las áreas de su vida. Hay personas que inclusive no toman decisiones por los miedos que sienten. Otros no pueden expresarse, ni viajar, ni disfrutar de la vida en pleno. Muchos otros tapan los miedos con adicciones, exceso de alcohol e inclusive drogas para suprimir la emoción.
Recordemos que el miedo es una emoción saludable porque nos alerta de situaciones peligrosas. Lo importante es comenzar a reconocer si los miedos que sentimos son realmente justificados o son imaginarios. No dejemos que el miedo nos venza y empecemos a enfrentarlo para poder vivir la vida que merecemos.
Uno de los miedos mas comunes es el miedo a perder, Este miedo es un empobrecimiento de la mente, que te lleva solo a pensar en el resultado. Olvidando que lo importante es el trabajo diario y el camino a recorrer, el compromiso, el esfuerzo, la solidaridad o el afán de superación. Reducir todo a resultados es estresante, pero tener confianza en nosotros mismos reducirá todos los miedos.