Nuestros abuelos siempre nos intentaron enseñar y explicar las cosas, aunque algunas no las entendimos en su momento . Recuerdo la frase: “Se aprende perdiendo”. Este dicho, contradice otras teorías pedagógicas como a un alumno no debe ser reprendido ni reprimido— ni con los principios ideológicos de la Logse.
Pero está claro que se aprende con el fracaso y/o con la derrota. Quizás no sea la forma mas deseada de aprender algo en la vida, pero TODOS hemos aprendido mas de un fracaso que de un éxito. Perder no es ser castigado ni humillado por nadie. Es una ley de nuestra selva social: ganar y perder las dos caras de una moneda.
Quien, de nuevas, acomete un proyecto empresarial o personal; y tiene un éxito inmediato suele caer en la auto-complacencia, la relajación y la vanidad: En los tiempos que corren las enseñanzas del fracaso son una terapia tanto personal como profesional.
Un buen batacazo en bici, un arroz que se pasa, un gatillazo, una innovación de marketing petarda, una pareja que te abandona por tu mejor amigo… son una fuente de crecimiento. No son plato de gusto, eso sí. Pero en muchas ocasiones de tu vida los recordaras, y te ayudaran a decidir.
Hoy en día se les enseña a los jóvenes muchas cosas y se les suele esconder las dificultades. Pero si les enseñamos a aprender de sus errores, a considerar el error como una fuente de aprendizaje, evitaremos que tengan miedo a levantarse tras las caídas, les enseñaremos a enfrentar la vida y no caer en la autodestrucción y negación de ellos mismos.
Fracaso: Situación concreta de falta de éxito o resultado adverso.
Fracasado: Estado permanente de malestar, derrota y baja autoestima
Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender
Lo que rompe la espalda no es el peso, sino la manera de llevar el peso”
“La derrota es un mal pasajero, lo que la hace permanente, es el rendirse”.
No pidamos no tener problemas, porque los problemas siempre van a existir,
son parte de la vida. Pidamos sabiduría,
para poder resolver los problemas que encontremos en nuestras vidas.”
Igual que se aprende perdiendo, nadie escarmienta en cabeza ajena.
Igual que se aprende perdiendo, nadie escarmienta en cabeza ajena.