Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos, la dificultad esta en definir que es lo mejor.
Encontramos padres muy trabajadores, responsables, ordenados, cercanos, amables, etc pero cuando el trato es con sus hijos todos sus ideales y valores se modifican. Los padres se empeñan en dar la mayor cantidad de cosas materiales a los hijos: la playstation, la moto, el mp3, mp4, teléfono mobil, ect. Olvidando los valores personales como patrimonio a dejar a los hijos.
Hace días conocí una mujer que se había puesto a estudiar con mas de cincuenta y tantos años, para mejorar su situación, ahora era enfermera y trabajaba en una residencia geriátrica. Esta mujer tiene un hijo de 21 años, que dejo de estudiar hace años, y que no trabaja, hijo que veo casi a diario con un coche, bebiendo litronas y ...... Mi cabeza, no entiende como esta madre que se esfuerza, es trabajadora, tiene iniciativas, esta bien educada, pero sin embargo no ha sido capaz de transmitir a su hijo los valores adecuados. También deberíamos de enfocarlo desde otro punto de vista(sin responsabilizar a la madre) Un hijo de padres trabajadores que no aprende nada de ellos, que ve que su madre se supera con mas de 50 años, pero que el con 21 es incapaz de trabajar y/o formarse, ademas de incapaz de superarse.
Los padres debemos de concienciarnos que los valores morales y éticos son uno de los mejores patrimonios que legamos a nuestros hijos. No os pido que neguéis los valores materiales, sino que exaltemos y cuidemos otros valores que estamos descuidando, en favor de las cosas materiales.
Los padres deben de reducir los regalos materiales, dosificarlos a si el hijo a colaborado o superado algún objetivo. Es decir, las cosas que se reciban han de responder a un esfuerzo o logro realizado.
Muchos jóvenes confunden los premios con obligaciones de los padres. Se creen con el derecho a exigir porque siempre se les ha dado todo. Los hijos no entienden que de pronto se les pidan responsabilidades, cosa que no han tenido durante años, cosa que cuesta esfuerzo, cosa que supone perdida de comodidad.
Es mejor enseñar a pescar que dar un pescado todas los días. Enseñar a pescar implica educar en valores y también proporcionar un futuro. Dar un pescado todos los días es enseñar a aceptar, a no esforzarse, ¿que pasa si mañana no viene el pescado?¿que pasa si mañana no están los padres?
Muchos padres no se atreven a enfrentarse a sus hijos, y pretenden que cuando el niño tenga pareja, esta lo "reeduque". Pretenden que cuando les salga trabajo, allí les enseñen a esforzarse. No saben que a la pareja o al trabajo ya se va aprendido de casa, educado de casa y no al revés.
Recordar una entrada en el blog con fecha 11/08/2010 en la que hablábamos de que educar es caro pero no educar es mucho mas caro.