Todos sabemos que en la infancia y la adolescencia es cuando aprendemos casi todos los conocimientos y valores morales. En ese periodo el aprendizaje es mas fácil de asimilar. Ejemplo: estudiar idiomas a los 5-10 años que fácil les resulta a los niños y que difícil a los adultos con mas de 30 o 40 años.
La adolescencia es un periodo de transición en el que se experimentan cambios biológicos y psicológicos muy importantes. Actualmente sabemos que el cerebro humano no está totalmente formado en el momento del nacimiento. Se moldea y conecta a lo largo de la vida. Su crecimiento más intenso se produce durante dos periodos: la infancia y la adolescencia.
Además de los cambios neuronales, el adolescente experimenta importantes transformaciones a nivel hormonal. Las hormonas tienen un efecto activador que va a modular no sólo el cuerpo, sino el funcionamiento cerebral. Ejemplo: La testosterona, hormona masculina, interviene en el deseo sexual y se ha asociado con rasgos de agresión, competitividad y toma de riesgo.
En esa época también se aprenden los valores como el respeto, la constancia, el esfuerzo, compromiso, etc.
Hace tiempo que se sabe que el cerebro adolescente aun no ha completado su desarrollo, es decir, que es un cerebro inmaduro, si lo comparamos con el de los adultos. Y esta información tiene -o debería tener- un impacto inmediato en una serie de políticas públicas y decisiones que se toman sobre la vida de los adolescentes, por ejemplo, hasta que punto (y de qué manera) puede asignársele responsabilidad frente a su comportamiento.
Si las posibilidades de desarrollo cerebral del niño se restringen no va a ser culpa del niño, sino que va a ser responsabilidad del medio en el que se halla, de la familia y de los educadores.
Desarrollar, mantener u usar las capacidades intelectuales es competencia de la familia, de la sociedad, de los educadores y de los políticos.
Desarrollar, mantener u usar las capacidades intelectuales es competencia de la familia, de la sociedad, de los educadores y de los políticos.
Sin embargo, la realidad es muy distinta de la necesidad formativa y educativa. Los adolescentes consumen alcohol y drogas que deterioran su desarrollo neuronal, psicológico y emocional. Permitimos un alto indice de absentismo escolar(cuando deberían estar formándose), permitimos un consumo de alcohol y drogas( que deteriora el desarrollo neuronal e intelectual) permitimos una NO educación en valores.
¿Que queremos?¿Que esperamos? que los jóvenes actuales desempeñen en un futuro una actividad laboral y social. Si no tienen los aprendizajes necesarios, si no han desarrollado y trabajado con su potencial intelectual, si carecen de valores fundamentales para la vida como el repeto, el esfuerzo,..... es mas, si tienen un desarrollo neuronal poco ejercitado ademas de posibles daños neuronales, causa del alcohol y las drogas, que le impedirán aprender y avanzar.
¿estamos posibilitando que se inserten estos jóvenes en una vida adulta, con trabajo y familias?
Es un error considerar que los padres son los responsables de los niños, adolescentes y jóvenes, ya que esos adolescentes de hoy son nuestro futuro del mañana. Los jóvenes de hoy son nuestros futuros educadores, médicos, políticos, cuidadores, ... y es competencia de todos colaborar en su adecuado desarrollo.
Responsabilizar a los padres es la forma mas cómoda de evitar un problema y negar funciones de todos, como son los educadores, policías, políticos, ....
Responsabilizar a los padres es la forma mas cómoda de evitar un problema y negar funciones de todos, como son los educadores, policías, políticos, ....