El consumo de alcohol es una de las causas más frecuentes de retraso mental. Estudios han constatado hace un tiempo del síndrome alcohólico fetal,SAF. que son daños irreversibles tanto físicos como mentales que sufre el bebé cuya madre ha bebido durante el embarazo. Se caracteriza por rasgos faciales anormales, retraso del crecimiento, problemas del sistema nervioso central, alteraciones craneofaciales y articulares, discapacidades físicas, problemas de atención y de aprendizaje, incluso puede provocar la muerte del feto.
El Síndrome Alcohólico Fetal (SAF) consiste en una combinación de defectos congénitos físicos y mentales. El SAF ocurre hasta en el 40% de los bebés nacidos de mujeres que son alcohólicas o que abusan crónica-mente del alcohol.
SAF Síndrome Alcohólico Fetal
El SAF es la primera causa identificada de retraso mental, la tercera de malformaciones congénitas y el causante número uno de anomalías en los países desarrollados. Un bajo peso al nacer, que no suelen recuperar; ojos pequeños, nariz corta y respingona y mejillas pequeñas y planas; problemas estructurales del corazón; y cerebro pequeño y malformado con algún grado de incapacidad mental (mala coordinación de movimientos, poca capacidad de atención y problemas de conducta) son algunos de los rasgos típicos que presentan estos bebés.
Hay niños que nacen con daños menores, también ocasionados por el alcohol, llamados efectos alcohólicos fetales (FAE, es sus siglas inglesas). Por cada niño con SAF, hay diez niños con FAE. Estos niños pueden presentar algunas de las deficiencias físicas o mentales propias del SAF.
A veces creemos que “una copita en la cena” no le hará nada, pero no se sabe exactamente cuánto puede afectar al bebé.
Ante la duda, lo mejor es optar por no beber absolutamente nada de alcohol durante el embarazo ya que haciéndolo podemos evitarle daños al bebé. Es razón suficiente, ¿verdad?