EL PERDON Y EL OLVIDO


El perdón es una cualidad humana que nos posibilita superar situaciones muy difíciles, además gracias a el perdón podemos  avanzar y liberarnos de situaciones pasadas. “Sin perdón no hay futuro”.
Perdonar es el camino de la liberación, el que realmente se libera es quien perdona, echando fuera de su alma todo rencor y la venganza que solamente lo envilece y lo consume. "El perdonar no borra el mal hecho, no quita la responsabilidad  al ofensor por el daño hecho, ni niega el derecho a hacer justicia a la persona que ha sido herida”. Perdonar es un proceso complejo.
Perdonar no es lo mismo que reconciliarse. La reconciliación exige que dos personas que se respetan mutuamente, se reúnan de nuevo. El perdón es la respuesta moral de una persona a la injusticia que otra ha cometido contra ella. Uno puede perdonar y sin embargo no reconciliarse, como en el caso de una esposa maltratada por su compañero.
Perdonar no quiere decir que olvidemos, porque hay que aprender de las experiencias y olvidar puede llevarnos a cometer el mismo error dos veces.
Está claro que a no ser que sufras algún trastorno o una enfermedad mental, jamás podrás olvidar, esto es así de simple. No obstante, el olvido tiene relación con otro fenómeno que es “la relevancia” o la importancia”. Ejemplo: si me despiden del trabajo cuesta olvidarlo los primeros días y/o meses. Pasado un tiempo y con otro trabajo diremos si nos preguntan que de eso ni mi acuerdo, lo olvide. Pierde para mi importancia al haber cambiado mi situación.

Olvidar una infidelidad es duro y difícil, en ocasiones inolvidable. Pero una infidelidad es algo puntual. Aun si duro varios meses, fue un periodo concreto en la vida.
Olvidar una adicción es hablar de otra cosa. Una adicción suele mantenerse durante años, y ha conllevado muchísimos problemas: económicos, mentiras, riñas, peleas, malos hábitos, perdida de responsabilidades, ….  Las parejas de los adictos comprenden en las terapias que la adicción es una enfermedad, comprenden que muchas conductas fueron debidas a la adicción. Muchas parejas perdonan porque entienden que fue la adicción quien enfermo sus vidas. Muchos familiares perdonan al conocer que es una adicción. Pero eso es muy distinto a olvidar. Olvidar años de miedos, de manipulaciones, de mentiras cuesta mucho, pero mucho.
El olvido en la pareja del adicto se consigue con el tiempo y los comportamientos/conductas  demostrados en años. Los adictos quieren el perdón, algunos casi lo exigen. Y además, quieren el olvido de todos sus actos adictivos cometidos durante años.
Recordar que el perdón es algo que nos regalan, es un “don” de la otra persona hacia nosotros. Si queremos el olvido tenemos que conseguirlo con nuestros comportamientos diarios y tras algún tiempo. Pasado un tiempo sin consumir, la adicción pierde importancia en nuestras vidas. Y diremos eso de: “ya ni me acuerdo”.