Era una tarde muy soleada y calurosa. Una zorra, que había estado cazando todo el día, estaba muy sedienta. “Cómo me gustaría encontrar agua”, pensó la zorra. En ese momento vio un racimo de uvas grandes y jugosas colgando muy alto de una parra. Las uvas parecían maduras y llenas de zumo. “¡Oh, oh!” dijo la zorra mientras la boca se le hacía agua. “ El zumo dulce de uva saciara mi sed!”.
La zorra se puso de puntillas y se estiró todo lo alto que pudo, pero las uvas estaban fuera de su alcance.
No queriendo abandonar, la zorra tomó impuso para alcanzar las uvas. Fue inútil, no pudo alcanzar las uvas.
La zorra saltó y brincó una y otra vez pero no pudo alcanzar las uvas en ninguna ocasión. Al final la zorra estaba más sedienta y cansada que nunca.
“¡Qué tonta soy!” dijo la zorra con rabia. “Las uvas están verdes y no se pueden comer. De todas maneras, ¿para qué las querría?.
Y así se marchó la zorra.
Y así se marchó la zorra.
Moraleja: Algunas personas desdeñan y menosprecian lo que no pueden tener.
600 años antes de Cristo, un griego ya enseñaba mediante fabulas. Siendo estas fabulas vigentes hoy dia, despues de mas de 2500 años.
¿Conoceis a algunas personas que tras abandonar las terapias en adicciones, reniegan de su utilidad y conocimientos de los terapeutas? ¿cuantos comentarios negativos escuchamos de aquellos que abandonaron las terapias?
¿Crees que aun existen personas que se comportan como la zorra de la fabula?.