Los medios de comunicación se han convertido en transmisores de una filosofía vital que es un compendio de los llamados antivalores. Las contradicciones entre el ser y el tener. Así hablamos de tener hijos, tener amigos, o haber conseguido un trabajo lucrativo. En vez de ser padres, ser amigos o trabajar en una ocupación que nos parezca atractiva.
Si bien la educación en valores ha sido incorporada al proceso educativo a través de la LOGSE, el sistema educativo no ha conseguido superar la contradicción existente entre los valores que conviene transmitir (solidaridad, igualdad, etc.) y los valores vigentes o de moda(competitividad, triunfo, consumismo...), provocando un constante conflicto en los adolescentes.
Es más, resulta enormemente significativo cómo la sociedad adulta vive ese tipo de valores como "cosa de jóvenes". Consumir drogas resulta casi lo esperable de los jóvenes, hasta el punto de que cuando se habla de los valores de los consumidores se termina hablando de los valores de la juventud. Muchos padres no educan los valores éticos de sus hijos, porque "ahora los jóvenes son así". Los padres no educan porque "es cosa de jóvenes" ser aventureros, tener curiosidad, consumir drogas, y olvidan eso de: ser solidarios, ser altruistas, ser buen amigo de los amigos, ser respetuoso con los demás( mujeres, mayores, compañeros), etc.
Los propios jóvenes, se sienten des responsabilizados de su propio comportamiento: hacen lo que se espera que hagan, y se mueven entre la tranquilidad de la normalización de su comportamiento y el temor por los riesgos del mismo. Muchas veces solucionan esta confusión con otra maniobra disociadora: el consumo propio es el normal y el de los otros es el "descontrolado"; la actitud propia es la legítima y la de los demás es la irresponsable.
Hay una distancia o desacuerdo entre valores finalistas e instrumentales. Los valores finalistas (pacifismo, tolerancia, ecología…), los valores instrumentales tales como el esfuerzo, la auto-responsabilidad, el trabajo bien hecho,…. Por lo que encontramos errores en la formación de los adolescentes que se desenganchan de la carrera de la vida, vagando aquí y allá, buscando sin herramientas ni conocimientos. Si no tienes los instrumentos de aprendizaje difícilmente podrás avanzar hacia algún fin.
Se concibe el trabajo, como medio de inserción en la sociedad y no como realización personal. El único fin es la adquisición de medios para disfrutar. El esfuerzo, la motivación, el afán de superación, ... es decir: el camino de la vida. no se contempla como algo bonito, enriquecedor, y necesario en el ser humano, algo necesario de enseñar y educar.