Todo tratamiento psicológico es un intento de cambio en algún aspecto de la personalidad. El proceso terapéutico, la terapia, es el trayecto que recorremos con los pacientes en ese intento de cambio, al hablar de “proceso” estamos asumiendo que esos cambios requieren tiempo y son graduales.
En toda terapia se persigue un cambio, que puede ser sólo a nivel de conductas, o comportamientos de la persona. Aunque normalmente afecta también a otros niveles (pensamientos, emociones y/o relacionales).
La terapia de grupo es un tratamiento en el que personas con problemas, se reúnen en un grupo dirigido por un terapeuta y se ayudan unas a otras a llevar a cabo cambios de conducta y/o de personalidad.
En cualquiera de sus modalidades, los objetivos de la terapia de grupo son principalmente:
- Fomentar la salud mental de sus participantes
- Aliviar los síntomas
- Cambiar las relaciones interpersonales, facilitando la expresión verbal; enseñar a relacionarse con los demás; potenciar las características personales favorables.
- Facilitar la comprensión de los demás y de las propias dificultades.