La relación entre estupidez y vanidad se ha
descrito como el efecto Dunning-Kruger, según el cual las personas con
escaso nivel intelectual y cultural tienden sistemáticamente a pensar que saben
más de lo que saben y a considerarse más inteligentes de lo que son. El
fenómeno fue rigurosamente estudiado por Justin Krugger y David Dunning, psicólogos
de la Universidad de Cornell en Nueva York, y publicado en 1999 en “The Journal
of Personality and Social Psychology”.
Se basa en los siguientes principios:
1º. Los
individuos incompetentes tienden a sobreestimar sus propias habilidades.
2º. Los
individuos incompetentes son incapaces de reconocer las verdaderas habilidades
en los demás.
Antes de que
estos estudiosos lo evidenciasen científicamente, Charles Darwin ya había sentenciado que “La ignorancia engendra más confianza que el
conocimiento”.
El avance de Krugger y Dunning fue simplemente
demostrarlo en un experimento consistente en medir las habilidades
intelectuales y sociales de una serie de estudiantes y pedirles una
auto-evaluación posterior. Los resultados fueron sorprendentes y reveladores:
-Los más
brillantes estimaban que estaban por debajo de la media.
- los mediocres
se consideraban por encima de la media.
- los menos
dotados y/o más inútiles estaban convencidos de estar entre los mejores.
Otros comportamientos que predicen estos
investigadores son:
·
Los individuos incompetentes tienden a sobrestimar su propia habilidad.
·
Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer la habilidad de
otros.
·
Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer su extrema
insuficiencia.
·
Si pueden ser entrenados para mejorar sustancialmente su propio nivel de
habilidad, estos individuos pueden reconocer y aceptar su falta de habilidades
previa.
Estas observaciones, además de curiosas me
parecen preocupantes, pues según ellas los más incompetentes no sólo tienden a
llegar a conclusiones erróneas y tomar decisiones desafortunadas, sino que su
incompetencia les impide darse cuenta de ello.
Este efecto se debe a
la incapacidad que tienen algunas personas de reconocer su propia ineptitud.
Se trata de un sesgo
cognitivo por el que personas que tienen poca habilidad, conocimientos o menos
inteligencia, se consideran superiores en habilidad, conocimientos o
inteligencia que otros.
Un ejemplo de persona que padece este efecto es Torrente.
¿A quien conoces tu con este efecto?