El consumo de bebidas alcohólicas en menores de 18 años es habitual en nuestros días. Existen leyes que prohíben este consumo, así como la venta del alcohol a menores. Leyes muy “bonitas” que todos dicen respetar y comprender. Pero la realidad es que alguien les vende bebidas alcohólicas a los menores, y alguien les compra bebidas para que los “pobres” puedan beber.

La policía tiene de su parte leyes que les apoyan en sus funciones, pero o no funcionan o la dejadez social supera la ley.

Independientemente de leyes, debiera de existir los principios morales. Principios que debieran impedirnos comprarles o venderles a unos niños o niñas una botella de ron, vodka, ginebra, etc. Ver un borracho por la calle haciendo eses es molesto, pero ver a una niña en el suelo y borracha, eso no tiene palabras. Aun así, hay personas que quieren ser “ways” les compra unas botellas de alcohol. 

Todos dicen que el alcohol en los menores es perjudicial, pero la realidad supera lo que dicen todos. ¿Qué está fallando? Desde mi opinión: todos callan, y esperan que cada uno en su casa resuelva sus problemas. Nadie quiere asumir responsabilidades sociales, ni siquiera los gobernantes, y organismos oficiales. Se habla mucho de los jóvenes que son el futuro, serán el dia de mañana nuestros médicos, maestros, policías, serán…. Serán muchas cosas, pero con nuestra ayuda y educación desde niños. Ningún niños se convierte en veterinario a los 25 años por arte de magia, lo hacen por ser apoyados, ayudados, educados desde pequeños. 

En las películas vemos criminales que venden drogas a los niños en los colegios, y los condenamos por sus actos, los catalogamos de “criminales”. Pero si le compro una botella de ginebra a mi sobrino o vecino de 13 años, eso no lo considero mal. Los malos son otros.