¿Cuantas veces hemos escuchado esta frase de un adicto?

Este es el razonamiento de muchos adictos, para mantener su consumo.  La  incapacidad para abandonar la adicción, les hace buscar razonamientos  irreales para seguir consumiendo.  Con esta frase "Yo no hago daño a nadie",  queremos culpar a los demás de inmiscuirse en nuestra vida, queremos hacerles entender a los demás que nuestro problema no afecta a otros.  Pero cuanto nos engañamos. ¿Como no va a afectar una adicción en nuestro entorno?. ¿Como el estar ebrio delante de nuestros hijos no les va a hacer daño?¿Como haberme fumado varios porros no me va a perjudicar a mi trabajo?

No hacemos daño a nadie


Reducimos el consumo con algo personal e intimo, olvidando que nuestros comportamientos si traspasan  e implican a los que nos rodean.

Si yo me meto en el cuerpo una sustancia psicoactiva,  es verdad que solo me producirá  a mi sus efectos. Pero olvidamos los efectos que yo ocasiono con dicha sustancia en mi cuerpo: conducción temeraria, estados de agresividad o pasividad, perdidas de responsabilidad, ...  Todos estos efectos son muy probables que el que los padece no los perciba. Todos hemos conducido con unas copas de mas, y hemos dicho eso de "yo controlo". Pero desde fuera, los que nos rodean, SI perciben todas las conductas y consecuencias desagradables de nuestros consumos.

Yo puedo tener la personalidad "X", buena, mala, regular, ... pero mi personalidad cambia con cualquier sustancia adictiva. Paso a ser otra cosa distinta de "X".

 Yo = X
           X + alcohol = "Y"
                                "Y" = Personalidad distinta a la mia,