El tiempo pasa rápido y verás en el camino a personas que se han tomado mucho tiempo para pensar las cosas o tomar decisiones importantes, y han terminado mal, sin futuro, sin aprendizajes, como detenidos en el tiempo, esperando a que venga otra ola para ponerlos nuevamente en movimiento. No esperes a que eso pase, ponte a remar con toda su fuerza y haz cosas. Toma decisiones cada vez que puedas y házlo con la certeza que, sea bueno o malo el resultado, lo que siempre será bueno son las enseñanzas que aprenderás luego de esas decisiones.

Adelante  da el primer paso. No esperes los cambio
 ¿Estoy listo para casarme?
¿Es esta la pareja de mi vida?
¿Seré un buen padre/madre?
¿Lo haré bien?. 
 Necesitamos o buscamos tener la certeza de que “el otro lado” es seguro. Que el paso que estamos dando es bueno y que nos irá bien. Es por esto que consciente o inconscientemente buscamos que algo o alguien nos de esa seguridad.
Pero, no hay nada ni nadie que pueda asegurarme el éxito en mis decisiones o acciones. Y precisamente es de eso, de lo que trata la vida, tomar riesgos decisiones y caminos inexplorados. Imagínese que pudieramos asegurar todo en la vida… que aburrido, verdad?
Jamás estaremos 100% listos para casarnos, para cambiar de trabajo o para ser padres, porque hay cosas que solo podremos aprender a través de la experiencia misma. Una vez que damos el paso hacia estos cambios, empezamos una nueva etapa de aprendizaje, en la que fallamos, nos equivocamos, pero aprendemos. Lo único que podemos hacer es maximizar nuestra posibilidad de éxito, al evaluar bien nuestras decisiones, pero jamás podremos asegurarlas.