Un estudio coordinado por la doctora Ana González-Pinto, presidenta de la Sociedad Vasco Navarra de Psiquiatría, revela que los daños a escala cerebral producidos por el cannabis pueden ser reversibles en un plazo de entre cinco y ocho años si se abandona el hábito.
La experta ha destacado que "el cannabis incrementa el riesgo de desarrollar psicosis, sobre todo en los cerebros inmaduros".

González-Pinto ha explicado que las psicosis son un grupo amplio de enfermedades que se caracterizan por la presencia de ideas delirantes y alucinaciones, pueden exhibir cambios en su personalidad y pensamiento desorganizado y que se acompaña de importantes dificultades para la vida diaria. Se trata de una patología que tiene una prevalencia de entre un 2 y 4% entre la población.
Un estudio reciente ha demostrado que los daños a escala cerebral producidos por el cannabis pueden ser reversibles en un plazo de entre cinco y ocho años. "Se constató que los jóvenes que logran abandonar el consumo de dicho estupefaciente tras un primer episodio de psicosis mejoran a largo plazo, no a corto; mientras que si continúan fumando cannabis tienen una evolución especialmente grave".
A pesar de ello, la psiquiatra vizcaína asegura que el consumo continuado de cannabis es aún peor para la salud mental de los pacientes psicóticos de lo que se pensaba.

Según ha advertido, "el cannabis precipita la enfermedad en personas vulnerables, que sin el consumo no habrían llegado a tener la enfermedad, y además disminuye la edad de inicio. Esto supone que se quiebre la vida de la persona en una edad crítica para afrontar el futuro escolar y laboral".