A lo largo de nuestros años de crecimiento hemos aprendido a dominar nuestras emociones, del mismo modo en que aprendimos a caminar o las matemáticas. Tenemos habilidades aprendidas como caminar, saltar, cantar, reir,  llorar, o efectuar reparaciones domesticas.
Los inicios de nuestra vida, son cruciales para nuestra educación intelectual y emocional. Muchos no aprendimos a comunicarnos satisfactoriamente. Por ello,  manejamos mal o reprimir nuestras emociones.
Por el hecho de que carecemos de educación adecuada para comunicar nuestros sentimientos, y nuestras relaciones no alcanzan el máximo potencial que debieran.
Para poder entender hasta qué punto resulta esto difícil, considera tus respuestas a las siguientes preguntas:

 
1.      ¿Cómo logra que sus hijos lo escuchen sin gritar ni castigos, si sus padres gritaban y lo castigaban de forma habitual?
 
2.      ¿Cómo pide más apoyo si, aun siendo niño, usted se sintió permanentemente desatendido y decepcionado?
 
3.      ¿Cómo se abre y comparte sus sentimientos si teme ser rechazado?  
 
4.      ¿Cómo dice “lo lamento” si, de niño, usted era castigado por cometer errores?
 
5.      ¿Cómo puede admitir sus errores si le teme al castigo y al rechazo?
 
6.      ¿Cómo puede mostrar sus sentimientos si, de niño, usted era permanentemente rechazados o juzgado por sentirse perturbado o por llorar?
 
7.      ¿Cómo se supone que usted pida lo que quiere si, de niño, lo hacían sentir mal por querer más?
 
8.   ¿Cómo se supone que sepa lo que está sintiendo si sus padres no tenían el tiempo, la paciencia o la sabiduría para preguntarle cómo se sentía o qué era lo que lo molestaba?
 
9.   ¿Cómo puede aceptar las imperfecciones de su pareja si, de niño, usted sentía que debía ser perfecto para merecer amor?
 
10.   ¿Cómo puede escuchar los sentimientos de dolor de su pareja si nadie escuchaba los suyos?
 
11.   ¿Cómo puede perdonar si usted no era perdonado?
 
12.   ¿Cómo se supone que usted llore y alivie su dolor y su pesar si, de niño, le decían siempre ‘No llores’ o ¿Cuándo vas a crecer?’ "los hombres no lloran"
 
12.   ¿Cómo puede escuchar la decepción de su pareja si, de niño, lo hacían sentir responsable por el dolor de su madre mucho antes de que pudiera comprender que usted NO era responsable?
 
14.   ¿Cómo puede escuchar la ira de su pareja si, de niño, su madre o su padre le adosaban a usted sus frustraciones a través de gritos y exigencias?
 
15.   ¿Cómo se abre y confía en su pareja, si las primeras personas en las que confió con su inocencia lo traicionaron de alguna manera?
 
16.   ¿Cómo se supone que puede comunicar sus sentimientos en forma respetuosa y afectuosa si no ha tenido la práctica, sin la amenaza de ser rechazado o abandonado?
 
La respuesta a estas preguntas es la misma: es posible aprender sobre nuestras emociones, desarrollar nuestro aspecto emocional, pero tenemos que trabajar para ello, por nosotros y por nuestros hijos.

Dr. John Gray