El proceso de recaida

La adicción, como enfermedad crónica está asociada con una tendencia natural a la recaída. Eso no significa que sea inevitable o apropiado tener recaidas, sino que son una realidad, y la mejor forma de prevenirlas, es aceptando el riesgo y conociendo mejor el proceso de la recaida.

Se le llama recaída a todo el proceso que lleva desde un estado de abstinencia sostenida, hasta el consumo o adicción activa. Este proceso ocurre a lo largo del tiempo y se manifiesta como una serie de síntomas o cambios, que son en realidad regresiones a los antiguos patrones de conducta y pensamiento que ya se habían superado. Usualmente este proceso esta formado por pequeñas deciciones arriesgadas que la persona toma, y que, enlazadas unas con otras, van llevando a construir el camino de la recaída. Estas pequeñas deciciones, son aparentemente sin importancia, pero su efecto es acumulativo y van llevando al adicto hacia una situación imposible de resistir, donde será inevitable el uso, pues los márgenes de suceptibilidad se sobrepasan. Existe una línea imaginaria, o línea de no-retorno luego de la cual no es posible dar marcha atrás a la conducta de búsqueda y el uso es inminente.
A pesar de que una recaída puede ser peligrosa y se traduce finalmente en sufrimiento y pérdida de tiempo y energía, a veces las recaídas también son períodos de aprendizaje. Un adicto puede recaer, sino maneja bien las situaciones de riesgo o descuida su proceso de cambios. Luego de una recaída el adicto ve más claro en que cosas ha estado haciendo mal. Aún así no es necesario recaer para poder aprender o avanzar en la recuperacion.
Síntomas de una Recaída Una persona en recuperación puede comenzar a mostrar síntomas de una recaída mucho antes del consumo.
1.- Retorno del pensamiento obsesivo con respecto al uso: Podrian ser pensamientos relativos al uso, sueños o deseos de usar que vuelven luego de que habían desaparecido.
2.- Actitud de desafío con respecto al plan de recuperación: Volver a los lugares de riesgo, volver a ver las personas relacionadas con el uso.
3.- Decuidar el plan de recuperacion: Dejar de ir a reuniones, o faltar a las citas con el terapeuta, dejar de leer o hacer ejercicio.
4.- Aislamiento o pérdida de contacto: con las nuevas relaciones de recuperación.
5.- Irritabilidad: especialmente en las relaciones significativas del adicto.
6.- Obsesión con la imagen o los defectos físicos: dietas excesivas, preocupación excesiva acerca del peso.
7.- Sentimientos de depresión y ansiedad flotantes. 
8.- Renancen o se exaltan los resentimientos hacia otras personas.
9.- Discusiones frecuentes en el hogar y la familia.
10.- Defensividad al hablar del tema de su recuperación o al ser ayudados.
11.- Insomio, intranquilidad y dificultad para descansar.
12.- Preocupación obsesiva por el dinero y por la seguridad financiera.
Una de las paradojas de la recaída es que mientras más marcados son los síntomas, menos capacidad tiene el adicto para poder aceptar las críticas constructivas de las personas que lo rodean, y que podrian preocuparse por la posibilidad de una recaída.
El proceso de recaída puede ser detenido ya sea por la propia iniciativa o por la intervencion de personas que rodean al adicto y que le sirven de apoyo tales como familiares, terapistas o compañeros de grupo.