Las investigaciones que se han llevado a cabo sobre la adicción que los adolescentes tiene a los videojuegos no dejan de sorprender. A un grupo de adolescentes con afición a los videojuegos se les realizaron exploraciones de imagen en el cerebro y se descubrió que el juego activa las mismas zonas cerebrales que cuando una persona toma drogas.

El estudio también reveló que los niños cada vez comienzan antes a jugar a los videojuegos lo cual en muchas ocasiones se convierte en tomar las riendas de un personaje y asumir una nueva identidad. Los niños que juegan a videojuegos aumentan sus índices de autoestima y tiene el respeto de sus pares. Aunque el estudio se llevó a cabo en Estados Unidos sus resultados podrían extrapolarse a cualquier otro país desarrollado.


Aquellos padres que se encuentran preocupados por el excesivo número de horas que pasan sus hijos jugando a los videojuegos tienen muy fácil saber si sus hijos se han convertido en ludópatas. Simplemente hay que evaluar si sus hijos tiene los mismos comportamientos que los adictos a las drogas o el alcohol.

Entre los rasgos que definirían que el niño o la niña se está convirtiendo o lo es ya, un adicto a los videojuegos se encuentran: mentir a los familiares y amigos, ocultación de las horas de juego a la familia, cuando el niño no puede jugar se convierte en un sujeto irritable. Las notas descienden en la escuela, falta de apetito, tendencia a volverse agresivos, utilización del juego como un método de evasión a la hora de afrontar los problemas del hogar.